lunes, 1 de diciembre de 2014

¿A qué juega el Barça de Luis Enrique?

1. Se enfrentaba el Barça a su tercer partido "grande" de la temporada (tras PSG y Real Madrid) y Luis Enrique, por fin, intentaba buscar una alternativa en el 11 inicial instalando a Mascherano como mediocentro con Busquets de interior derecho y Xavi de interior izquierdo. Salvo el Jefecito los otros dos jugadores del medio del campo estuvieron fuera de su sitio natural y vaya si se notó.





2. Arriba Suárez ejercía de 9 y Neymar se movía desde la izquierda hasta el centro. Messi caía a la banda derecha y necesitaba bajar al centro del campo para tener un poco de contacto con el balón. Alejar al máximo goleador de la Liga y de la Copa de Europa de su zona de máxima influencia es desperdiciar su talento.

3. Atrás un Piqué imperial (como hacía mucho tiempo que no se le veía) soliviantaba las embestidas de un Valencia que siempre aprovechó la banda de Dani Alves para crear peligro. Y, si no estaba Piqué, estaba Claudio Bravo que realizó un partido espectacular desbaratando las 4-5 ocasiones clarísimas que tuvo el conjunto ché. El portero junto con Mathieu y Luis Suárez fueron los únicos "nuevos" con respecto a un 11 de la temporada pasada.

4. Detengámonos en Alves un momento para hacer una reflexión. Dado que la mayor parte de las jugadas en contra de la portería blaugrana llegan por su banda y que en ataque se muestra completamente inoperante con centros sin sentido y con múltiples pases hacia atrás, es inexplicable que siga siendo titular indiscutible. Ya sabemos que Douglas es un chiste y que Adriano es lateral izquierdo. Y también sabemos que "Montoya es un chaval ejemplar pero el entrenador es el que tiene que ponerle". Martín siempre fue titular por delante de Carvajal en las categorías inferiores de la selección española. ¿Por qué ese nulo protagonismo? Suena a tema personal por no haberse querido ir a la Roma con Luis Enrique en su momento. Incluso Bartra (otro que inexplicablemente tampoco tiene 4-5 partidos seguidos de titular) en esa posición podría dar más rendimiento que Alves. Inexplicable.





5. En el minuto 70 el entrenador decidió retirar a Mathieu, retrasar a Mascherano al puesto de central izquierdo y a Busquets al mediocentro pero mantuvo a Xavi en la izquierda y metió a Rakitic en la derecha. Nuevamente hablemos de Alves. Cualquier jugador, se llame como se llame (Xavi, Sergi Roberto, Rakitic, Busquets o Rafinha), que en estos momentos juegue en el puesto de interior derecho en el Barcelona va a ver reducidas sus prestaciones en un gran porcentaje por el simple hecho de tener que cubrir los huecos que deja Alves. Nuevamente se desperdicia talento.

6. Finalmente en el 93 apareció Busquets para romperla en el área pequeña y darle 3 puntos al Barça que, a tenor de lo visto, quizás fueron excesivos. Bien es cierto que dentro del nefasto arbitraje, Teixeira anuló un gol a Suárez por un fuera de juego que no lo era. Y para completar su festival le enseñó una tarjeta amarilla a Messi en la celebración del gol tras haber sido alcanzado en la cabeza por una botella tirada por un cafre desde el público.

7. El FC Barcelona ha disputado 18 partidos esta temporada y aún no se sabe a qué quiere jugar Luis Enrique. No sabemos si quiere mantener el juego de posición que tan perfectamente ejecutó el Barça del sextete, si quiere hacer transiciones defensa-ataque lo más rápido posible para que el balón llegue con premura a los tres de arriba, si quiere tener laterales largos que lleguen hasta línea de fondo para juntar a los buenos en el centro... Probablemente él tampoco lo sepa. Y lo peor es que en ciertos momentos se ha demostrado que no prepara bien los partidos y que lo deja un poco al azar del momento o a lo que se le ocurra.

8. No nos cansaremos de oír y leer que a un equipo con buenos jugadores lo entrena cualquiera y que la figura del entrenador no es importante. Cuesta creerlo viendo este Barça y el de hace unos años, este Madrid y el de hace unos años o este Bayern y el de hace unos años.

9. El Barça jugó con fuego ayer y a punto estuvo de quemarse. Es uno de los riesgos de los que juegan con fuego. Igual que los que juegan a la guerra y quedan para matarse pueden acabar muertos, como ocurrió ayer en los aledaños del Manzanares.

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