martes, 9 de octubre de 2012

#videojuegosviejunos. Los del Amstrad (2/2)

Continuamos la saga de entradas sobre los videojuegos míticos de mi infancia y adolescencia (podéis ver aquí la primera parte). Hoy seguiré hablando de unos cuantos juegos más del Amstrad. Muchos se me quedarán en el tintero, así que espero que me ayudéis a seguir recordando esos juegos que tanto nos marcaron a los que ya bordeamos la treintena como yo (o la sobrepasan).


- Ikari Warriors. Cámara cenital (para no variar). Eres un guerrero que tiene que ir matando malos y destruyendo tanques que le aparecen al paso. Se podía disparar en diagonal, lo cual era un lujo. Manteniendo apretado el disparo tirabas bombas. Pero lo más era coger un tanque y tener las bombas especiales que pegaban un petardazo increíble.



- Operation Wolf. En cuanto a gráficos suponía un gran paso. Eras la típica mano en primera persona que tenías que ir disparando a todos los soldados que aparecieran en la pantalla con ganas de matarte. Tenías que salvar a los rehenes. Nunca olvidaré la voz de cuando te pasabas la pantalla "Mission X: Finished".



- Paperboy. Eras el chico repartidor de periódicos en bici y tenías que ir esquivando perros, bocas de riego y todo tipo de diabluras que hacían que te cayeras de la bici. Podías elegir entre meter el periódico en el buzón o tirarlo a la puerta de casa, eso sí, con puntería. Siempre había el truco de ir por el bordillo para evitar todos los obstáculos.



- Oh! Mummy. Te convertías en un explorador de las pirámides egipcias y tenías que ir abriendo todas las tumbas. ¿Cómo se abrían? Pues muy fácil, rodeándolas completamente con tus huellas. Al encontrar la llave y el sarcófago podías pasarte la pantalla. Pero cuidado con las momias que te perseguían.



- Don Quijote. La primera aventura gráfica a la que jugué en mi vida. Tenías que meterte en la vida de Don Quijote de la Mancha y conseguir salir de casa, lo cual no era fácil. Aún me acuerdo de "estás en el zagúan, bla, bla, bla". Cuando le decías que querías cagar, el juego te respondía "No seas incívico". 



- Dustin. Un preso que tenía que escapar de la cárcel, así de simple. Pegabas puñetazos a los guardias de seguridad y a tus compañeros para robarles el tabaco (que luego intercambiabas por cosas más útiles) o la porra. Cuando conseguías una pistola eras el auténtico Dios. Eso sí, al llegar al patio todo se complicaba ya que había plantas que te atrapaban y tenías que reiniciar el juego. Nunca me lo llegué a pasar.



- Abu Simbel Profanation. Un bicho compuesto por una cabeza enorme y dos patas tenía que ir recorriendo toda la pirámide de Abu Simbel. Todo lo que se movía te mataba una vida (y muchas cosas que no se movían también). Eran aproximadamente 40 pantallas. Lo mejor era que, un diamante aparentemente decorativo, determinaba el juego. Si no te habías fijado en el color al pasar, 15 pantallas más adelante probablemente morirías. Sólo me lo pasé cuando lo he redescubierto de mayor.



- Olé toro. Un juego bien simple repartido en 4 escenarios distintos. Sólo conseguías pasar a la siguiente pantalla si la puntuación total era mayor de 5. En la primera tenías que hacer pases toreros. En la segunda picar al toro desde el caballo. En la tercera poner banderillas. Y en la cuarta entrar a matar. A medida que ibas matando toros, éstos iban aumentando de peso y de dificultad. Lo más espectacular del juego era cuando el toro cogía al torero.



- Mission Impossible II. Otro juego mítico de plataformas. Ethan Hunt corriendo y saltando y poniendo bombas por diferentes escenarios. Tu misión es lograr números para descifrar las claves secretas de los ascensores (o algo así recuerdo). También se notaba una pequeña evolución en los gráficos. Nunca logré terminarlo.



- Bubble bobble. Probablemente uno de los juegos a los que más me he enviciao en mi vida. Casi siempre jugábamos juntos mi hermano y yo. Dos graciosos erizos que tenían que ir atrapando en burbujas a los malos y haciéndoles explotar. Muy parecido al Snow Bros que llegó a las recreativas.



- Livingstone, supongo. Una pértiga, un boomerang, un cuchillo, una bomba y tu habilidad para utilizarlos en el sitio adecuado con la fuerza adecuada. Unas cuantas pantallas con los obstáculos más variopintos. Y todo ello para conseguir que el Dr. Livingstone salga de la jungla.. Me acuerdo del pájaro que te llevaba volando a su nido y que, generalmente, no te hacía la menor gracia.



- Jet Set Willy. Eres un pequeño personaje cuya única habilidad es caminar y saltar. Tienes que ir superando una enormidad de pantallas (yo creo que nunca le encontré fin) teniendo cuidado de no rozar ninguno de los obstáculos que se te presentan en el camino y recogiendo objetos. El clásico juego en el que si no eras un poco hábil, no jugabas. Además, tenías que ir recordando dónde estaban situadas las pantallas pues había varias que eran un bucle. La música repetitiva (que podías silenciar) jamás se me olvidará.



- Manic Miner. Es la segunda parte del Jet Set Willy. En este caso las pantallas eran finitas, la música algo menos machacona y tu habilidad, según recuerdo, debía ser mayor. Además no se te podía acabar el aire y tenías que coger todas las llaves. Creo que me lo conseguí pasar 1-2 veces nada más. De los mejores juegos a los que he jugado nunca.



- La abadía del crimen. Y, para el final, he dejado un juegazo enorme. Basado en la novela 'El nombre de la rosa'. Eres Guillermo de Occam y junto a Adso, tendrás que resolver los misteriosos crímenes que se suceden en la abadía. En aquellos tiempos sin internet, tenías que comprarte una revista donde viniesen los planos de la abadía o si no era imposible. El tiempo que tardé en saber dónde tenía que ponerme en el refectorio o en misa, ¡madre mía! Las aventuras nocturnas evitando al abad eran lo mejor. La lástima es que jamás me lo acabé. Fue la obra maestra de la época.




Hay muchísimos otros juegos buenos del Amstrad de los que me acuerdo (Freddy Hardest, Hawk, Enduro Racer, Némesis The Warlock, Phantom, Dan Dare, Bomb Jack, Bactrom, Jail, Hyper Sports, Gryzor, Goody...) y seguro que muchísimos otros que no recuerdo, pero con los 26 que os he puesto os hago una buena muestra.

Continuaremos en próximas entradas con las consolas y los PC que siguieron a los Amstrad, Commodore, Spectrum, Atari...


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