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¡Casi un mes sin actualizar! ¿Qué me ha pasado en noviembre? ¿Por qué no hablé del título de Nico Terol? ¿Por qué no hablé del de Seb? ¿Por qué no comenté el aplastamiento azul el 20N? ¿Por qué no hablé de mis vacaciones o de mi gripe? ¿Por qué? ¿Por qué? En fin... algo lamentable se mire por donde se mire.

Pero bueno, ya estamos en diciembre y aquí vuelvo a la carga. Sí, diciembre, ese que es el último mes del año. Sí, ese año 2011 que ha pasado volando delante de mis narices y yo sin enterarme. Sí, ese mes en el que llega la Feliz (Falsedad) Navidad. Sí, ese mes en el que, por quinta vez en los últimos once años, España ha vuelto a ganar una bonita ensaladera.

Hoy la actualización promete hablar del pasado... y del presente. ¿Por qué digo esto? Porque ayer volví a pasarme, aproximadamente 15 años después de la primera vez (¡qué tiempos aquellos con Kano, Pedro y Carlos!), el juego Monkey Island 2. Resulta que mi escritora se (descargó) compró una edición especial en la que venían el Monkey Island 1 y el Monkey Island 2 y me la dejó. Evidentemente, tantos años después de haber jugado, yo no me acordaba de muchas cosas, pero de otras me iba acordando (y riendo) a medida que iba jugando.

La edición especial, además, tiene una gran peculiaridad. Si pulsas F1 en cualquier momento, te redirige a la versión pixelada y añeja del juego, allá por 1991-1992, fecha en la que Lucas Arts creó la mejor saga de aventuras gráficas de la historia. ¿Cómo podíamos decir entonces que aquello eran unos gráficos increíbles? Resulta gracioso sólo de pensarlo. En la edición nueva, Guybrush Threepwood (I want to be a pirate!) es más alto, más delgado, más rubio y apenas se le nota la pelusilla de barba que tenemos a los 19 años, Elaine es una atractiva mujer, Largo LaGrande sigue siendo un tapón y el pirata LeChuck da mucho menos miedo que cuando estaba pixelado (eso sí, sigue escupiendo como un maldito cuando habla y sigue teniendo ese trastorno cerebeloso brutal). Para muestra, un botón; recordemos la famosa escena del concurso de escupitajos en la versión nueva y en la antigua... Juzgad vosotros mismos:

¿Diferente, verdad? El único 'pero' que le pongo a mi andadura en Monkey Island es que en estos 15 años que han pasado desde que jugué por última vez he perdido una cantidad de imaginación inimaginable. Porque, si algo hay que tener para jugar a aventuras gráficas es eso, imaginación. Afortunadamente mi escritora se lo había pasado antes que yo y pudo irme dando pistas poco a poco. Eso sí, ¡el final me dejó loquísimo porque no me acordaba de él!

Y vosotros... ¿habéis jugado alguna vez a Monkey Island? ¿Os gustan las aventuras gráficas? ¿Os acordáis de los Indiana Jones? ¿Os gustaría volver a jugar a esos juegos de ordenador con los que crecisteis?

P.D. No os olvidéis de entrar a conocer la nueva web de Inés D. Arriero y así descubrir 'El jardín de atrás' y 'La fábrica de alfombras', sus dos primeras novelas de su segura larga y exitosa carrera como escritora. ¡¡No os arrepentiréis!! Además, en 2012 llegará '¡Desaparece!'...